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Desde lo más remoto hasta lo más cerca del corazón: el legado de las Consultoras de Aysén en la educación chilena

Hay una región bien al sur de nuestro país a la que, debido a sus condiciones geográficas, no se puede llegar por carretera y donde el único medio de acceso es el avión o barcaza. Se trata de la región más extensa en cuanto a territorio, pero también la menos poblada: son aproximadamente 108.000 personas las que viven allí. En esta región llamada Aysén se encuentra el equipo de Consultoras que, conformado en su gran mayoría por mujeres, madres y maestras, ha logrado ser el mayor movilizador de ventas de Creer para Ver  en todo Chile, obteniendo el primer puesto en la campaña anual.

Luisa Quilodran, Yenifer Guelet, Lidia Valenzuela y Yessica Rojas son quienes conforman este equipo de mujeres que, con un fuerte sentido de pertenencia y una gran convicción se han convertido en las primeras portavoces de nuestra causa: contribuir a la transformación de la educación pública chilena, para que todos los niños y niñas tengan las mismas oportunidades de formación y para acortar la brecha actual entre la educación pública y privada.

En este grupo, más de 800 Consultoras se movilizan cada día llevando adelante el orgullo de acercar a su red un producto con propósito. Creer para Ver es para ellas el foco principal de su trabajo: está en las planificaciones, en las transmisiones virtuales, en las reuniones de venta. Porque saben que la educación pública nos necesita y porque entienden no solo la importancia de que un producto de la línea sea agregado a sus pedidos, si no lo que ésta compra genera. Son mujeres que comunican sistemáticamente esa importancia a otras personas, casi siempre mujeres, y que invitan a sumarse a este círculo solidario. 

“En Chile la empatía por las causas sociales y por esa cultura del bienestar común nos atraviesa de forma transversal”, dice Yessica, Gerente de Negocios del equipo. “Es como nuestra columna vertebral: tener solidaridad, ayudar a niñas y niños vulnerables, aportar con lo que cada persona puede para generar transformaciones colectivas, aún sin recibir un beneficio personal a cambio”. 

Por eso en Instituto Natura sentimos tanto orgullo por este equipo y por todas las Consultoras y Consultores que dedican su tiempo y su trabajo a hacer de la educación también su causa. 

Queremos que la educación pública vuelva a abrir oportunidades para todos los y las estudiantes por igual y para lograrlo necesitamos un cambio estructural. Sin embargo, el avance de la transformación no sería posible sin cada persona involucrada en ella: esta rueda no podría girar sin las mujeres que la empujan diariamente, sin las personas que realizan este inmenso trabajo de concientización social, que nos permite ir acercándonos cada día un poco más a nuestro sueño. 

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