Un viaje revelador al corazón de la Araucanía

Con el objetivo de acercar las áreas comercial, de marketing y sustentabilidad a la labor que realiza Instituto Natura en terreno gracias a los aportes de la línea Creer para Ver —y porque forman parte del ecosistema que hace posible la recaudación que moviliza a la fuerza de ventas—, recientemente se invitó a Jean Paul Marchant, gerente comercial, y a Ezequiel Monis, gerente de marketing y sustentabilidad de Natura, a conocer lo que está ocurriendo en la Región de la Araucanía.
Lo que ellos no sabían era lo que realmente encontrarían en el corazón de la Araucanía, en las comunas de Carahue y Teodoro Schmidt. Porque una cosa es conocer el propósito de Creer para Ver y colaborar para que ese propósito se cumpla, pero otra es vivirlo en primera persona: visitar los establecimientos educacionales donde se ve concretamente el apoyo que reciben las escuelas y liceos, y el trabajo conjunto que se lleva a cabo con los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP), puntualmente en este caso con Costa Araucanía, hace ya más de tres años.





Luego de visitar el Liceo de Hualpín y la Escuela Pública Romilio Adriazola —donde los gerentes compartieron con docentes, estudiantes y directivos de los establecimientos, y pudieron conocer sus aspiraciones más profundas—, Jean Paul Marchant, gerente comercial de Natura, señaló que la línea Creer para Ver (CPV) entrega “una oportunidad única de conectar corazones, esperanzas y proyectos futuros a través de la educación”. Puntualizó además que el aporte que se realiza mediante la venta de productos CPV, canalizado y ejecutado a través de Instituto Natura, brinda nuevas oportunidades y, sobre todo, esperanza de que en Chile se puede transformar la educación pública.
“Esta experiencia nos llena de energía para volver a las oficinas y seguir construyendo los resultados de Creer para Ver, porque cada vez que se venden estos productos, estamos apoyando para que ocurran cambios profundos y reales en el sistema educativo en Chile”, afirmó Ezequiel Monis, gerente de marketing y sustentabilidad de Natura. Agregó que en la Araucanía fueron testigos de un caso puntual, con cambios en los resultados, gracias al trabajo público privado y a la cooperación de Instituto Natura. “Impactos reales con los alumnos que día a día reciben una mejor educación pública”, señaló.
Y el viaje dio frutos, más de los esperados. Luego de la visita al Liceo, Jean Paul quedó en contacto con su director, con quien acordaron seguir conversando para desarrollar en el futuro ciertas colaboraciones en conjunto. “Algunos portafolios más relacionados con la realidad chilena”, señaló el gerente. “Este viaje a terreno me ha permitido ver con mucha nitidez cómo el impacto de lo que realizamos realmente puede transformar vidas”, concluyó.





Un viaje revelador
Hasta antes del viaje, Jean Paul creía que el aporte de Creer Para Ver tenía que ver más bien con un tema de recursos detrás de algunas iniciativas. Pero en terreno se dio cuenta de lo que realmente se está logrando: “la integración no es solamente poniendo recursos si no también articulando las soluciones y eso de verdad es muy potente”, sostuvo.
Ezequiel dijo sentirse muy emocionado, porque desde la oficina se pierde el contacto con la realidad del impacto de las inversiones que se hacen a través de la venta de Creer para Ver. “Nos llena de emoción ver que el impacto es real, que estamos transformando realidades y que muchos niños y niñas a través del sistema educativo público van a tener nuevas y mejores oportunidades gracias a la cooperación y a la inversión de este proyecto”, afirmó.
Y es por eso que se trató de un viaje revelador: porque se produjo una revelación al ver y vivir la conexión que existe entre Creer para Ver y la educación pública, y el impacto concreto que está generando el trabajo que realiza Instituto Natura junto al Servicio Público Local, el CIAE y las comunidades educativas, para poder transformar la educación pública y así construir un mundo mejor.