“Ahora tengo más ganas de seguir”: de un título pendiente a nuevos comienzos posibles

Volver a estudiar en la adultez es mucho más que retomar una materia pendiente: es reorganizar tiempos, atravesar dudas, y animarse a empezar de nuevo. No siempre es fácil, pero cuando hay una red que acompaña, el camino se vuelve posible. Eso es lo que vivieron miles de Consultoras Natura en todo el país al decidir completar sus estudios secundarios.
El jueves 10 de abril, en las oficinas de Natura Argentina, celebramos ese recorrido. A cinco años del inicio del programa “Juntos, terminar la secundaria” —posible gracias a la venta de productos de la línea Creer Para Ver— ya son más de 400 las consultoras y familiares que egresaron en todo el país. Durante la jornada, que fue transmitida en vivo a toda la red, seis egresadas compartieron en primera persona qué significó completar sus estudios. Historias reales, diversas, atravesadas por desafíos, logros y la fuerza de una red que acompaña.
Entre las voces que marcaron la jornada estuvo la de Rosa Chiola, madre de Johanna, quien forma parte de la red de Consultoras Natura y fue quien la impulsó a inscribirse. Rosa ya había intentado estudiar en otras etapas de su vida, pero esta vez lo logró. “Cada día era irme a mi casa muy contenta, súper orgullosa de poder lograr eso que tenía re pendiente”, recordó. Recibir el diploma de manos de sus nietos, acompañada por su familia, fue el cierre perfecto para ese proceso tan esperado.
Romina Frugoni también cargaba con esa deuda interna. Tenía ganas, pero entre la rutina, el trabajo y la maternidad, parecía un sueño imposible. Hasta que decidió hacerlo. Hoy, además de egresada, está cursando el CBC para ingresar a la universidad. “Invito a que todo el mundo que todavía está con esa deuda pendiente, lo haga, porque está buenísimo”, dijo con entusiasmo.
Claudia Juanez, con 61 años, derribó uno de los estigmas más habituales: el de la edad. Su motor fue su hija, pero también el deseo de cerrar un ciclo y demostrar que se puede. “Yo creí que no lo iba a poder hacer y la verdad que ahora tengo más ganas de seguir”, compartió. Y no es la única: muchas de las egresadas hoy están dando pasos hacia nuevas metas, como estudios universitarios o terciarios.





Durante el evento, la Gerenta General de Natura Argentina, Verónica Marcelo, destacó la importancia de este logro: “La educación nos da herramientas, nos motiva, genera autoestima, es superación, pero por sobre todas las cosas, es cumplir sueños”. Y subrayó cómo cada venta de Creer Para Ver contribuye a que este tipo de transformaciones sean posibles: “Cada vez que vendemos un producto de Creer Para Ver, estamos apoyando proyectos de educación en nuestro país”.
Olga Mandrea, la primera egresada del programa, recordó sus inicios estudiando sola, preparando materias por su cuenta, hasta que se topó con la oportunidad de sumarse a “Juntos, terminar la secundaria”. “Me anoté enseguida”, contó. El acompañamiento que recibió hizo la diferencia. “Cada encuentro me consultaban cómo me había ido en los exámenes, siempre felicitándome, re lindo”.
Cecilia Enrique también habló de esa red de contención constante. “Sabía que tenía que poner mucho de mí, pero que no estaba sola”, explicó, en referencia al rol clave de las tutoras del programa y el seguimiento cercano que recibió en los momentos más difíciles.
El cierre estuvo a cargo de Florencia Mezzadra, Directora de Instituto Natura Argentina, quien sintetizó con claridad el propósito que impulsa este trabajo: “Gracias a su compromiso, muchas consultoras y sus familias acceden a la posibilidad de terminar sus estudios secundarios y transformar sus vidas”.
Lo que quedó claro a lo largo de toda la jornada es que un título no es solo un papel. Es una puerta que se abre. Es un mensaje que se extiende más allá de quien egresa: transforma también a quienes la rodean. Y ese es el verdadero legado de Creer Para Ver. Porque cuando una mujer se recibe, no solo cambia su historia: en algún rincón, otra mujer empieza a creer que también puede hacerlo.