El objetivo es claro: lograr que todos los estudiantes de Colombia completen los grados 10° y 11° con los aprendizajes necesarios para construir su proyecto de vida y conectarse con el mundo laboral o la educación superior. En este contexto, la Alianza para la Transformación de la Educación Media, integrada por el Instituto Natura, la Fundación SURA, la Fundación Nutresa y la Fundación Corona, está dando pasos firmes para apoyar al sector público en el diseño e implementación de políticas educativas transformadoras.
Este mes, un avance importante en esa misión se concretó con el anuncio de la Gobernación de Antioquia: la Estrategia de Transformación se expandirá a 425 instituciones educativas, cubriendo el 100% de los establecimientos de educación media del departamento. Con esta expansión, la estrategia, que hasta ahora ha beneficiado a más de 13.000 estudiantes en Oriente y Urabá, llegará también al Magdalena Medio, Norte y Bajo Cauca.
Para profundizar sobre este hito, conversamos con Mauricio Alviar, Secretario de Educación de Antioquia, quien nos compartió su visión sobre la educación media, la necesidad de que esta sea una prioridad para todos y cómo debemos acelerar, nivelar y mejorar los aprendizajes de los estudiantes antes de que abandonen la escuela. Su optimismo y enfoque técnico nos ofrecen claves sobre cómo transformar los últimos años de la educación, pasando de ser un precipicio a convertirse en un puente hacia nuevas oportunidades.
1. Entender que el problema es urgente y es de todos
La situación es urgente: en Colombia, solo 4 de cada 10 niños que inician la primaria logran completar la educación media, y de ellos, apenas 3 de cada 10 alcanzan los aprendizajes necesarios.
La educación media es una etapa clave que tiene el potencial de ser un puente, conectando a los jóvenes con la educación superior, el mundo laboral y sus proyectos de vida. Sin embargo, en Colombia, su cobertura sigue siendo insuficiente y la obligatoriedad de esta etapa continúa siendo un tema de debate.
“Hoy llegar al grado noveno puede ser comparado con llegar al borde de un abismo”, dice Alviar. “Como sociedad y especialmente desde la escuela, debemos ser capaces de revertirlo y tender ese puente, para que los estudiantes puedan conectarse con sus futuros, ya sea en la educación terciaria, el ámbito laboral o sus propios proyectos de vida”. Motivar a los estudiantes a seguir adelante y acompañarlos en este proceso, con el apoyo fundamental de sus familias y docentes, es esencial para que no se queden atrás.
2. Alianzas público-privadas: una clave para avanzar
Un factor determinante en el fortalecimiento de la educación media es la colaboración entre el sector público, las empresas privadas, las fundaciones y las universidades. “En Antioquia hemos tenido la fortuna de contar con un sector empresarial comprometido que entiende que trabajar por los temas sociales, sobre todo educación y salud, no es solo un acto de responsabilidad social, sino una estrategia clave para el desarrollo humano y empresarial”, subraya el Secretario.
El trabajo conjunto con fundaciones, cuya eficiencia supera muchas veces los trámites burocráticos, ha permitido fortalecer políticas públicas y lograr resultados concretos. Sin estas alianzas, los desafíos serían insuperables. La experiencia nos demuestra que el esfuerzo colectivo es el único camino para avanzar y generar cambios significativos en nuestro sistema educativo.
3. Implementar políticas integrales para atender el problema
Atender el problema de manera integral, debe contemplar soluciones integrales. Al trabajar con la Alianza para la Transformación de la Educación Media, analizamos el caso de Pernambuco, Brasil, que ha implementado reformas clave para mejorar no solo indicadores educativos, sino también sociales que impactan a la juventud, a través del mejoramiento de la educación media. Un factor esencial ha sido la implementación de un conjunto de estrategias que van más allá de factores estrictamente pedagógicos.
“Con esta alianza que nos han propuesto las organizaciones y con la experiencia y las evaluaciones de resultados y de impacto que se han hecho en Brasil, no cabe duda de que es un buen referente”, comenta Alviar. Y es que los resultados son claros: el estado ha mejorado significativamente en las evaluaciones nacionales, con más estudiantes accediendo a la educación superior y al mundo laboral.
4. Liderazgo político y técnico comprometido
El liderazgo técnico es tan crucial como el compromiso político en la transformación de la educación media. Aunque el Gobernador de Antioquia, Julián Rendón Cardona, ha priorizado la educación media en su plan de desarrollo, este esfuerzo debe ser respaldado por el compromiso de los directivos y docentes. “Tiene que haber un compromiso, una convicción, un entusiasmo de los directivos-docentes porque ese liderazgo jalona a los maestros a llevar esos elementos al aula”, dice Alviar. No basta con que los educadores reconozcan la importancia de su rol; debemos acompañarlos para que puedan inspirar a los estudiantes, conectando sus aprendizajes con sus proyectos de vida y las oportunidades que el futuro les ofrece. Es decir que en los últimos grados les permitan a los estudiantes ver el impacto tangible de su esfuerzo para el resto de su vida.
5. Creatividad para motivar a los jóvenes
“Los niños y jóvenes de hoy demandan una educación que se alinee con sus intereses. Sin embargo, el sistema educativo no está respondiendo al ritmo necesario para satisfacer estas expectativas, lo que puede generar frustración y desconexión”, apunta el Secretario. La transición de los grados noveno a décimo y once es especialmente crítica, sobre todo en Antioquia, donde la educación media debe adaptarse a contextos rurales y con acceso limitado a recursos. Muchos estudiantes provienen de hogares con bajo nivel educativo, por lo que la escuela, los docentes y el colegio deben desempeñar un papel clave en hacer la educación más relevante.
“El rápido desarrollo de la tecnología, la conectividad a internet y la inteligencia artificial, nos pone en este siglo en una órbita distinta. En la educación, en lugar de tenerle miedo a los dispositivos electrónicos debemos incorporarlos a la enseñanza aprovechando su potencial para mejorar el aprendizaje y conectar a los estudiantes con el mundo que los rodea”, concluye Alviar.