Cuando las acciones tienen la capacidad de dejar una huella profunda en la vida de las personas, se transforman en vivencias realmente significativas. Son momentos que no solo abren nuevos rumbos, sino que despiertan inquietudes, sueños y perspectivas diferentes. La entrega de 300 libros de literatura infantil a la escuela rural Joaquín Victor González, en la localidad de La Cocha, Tucumán, como parte de la Campaña + Educación de Creer Para Ver, fue una de esas experiencias que quedará grabada en la biografía de los casi 100 niños que asisten a esa institución.
“La escuela Joaquín V. González fue elegida por los consultores del Sector Crisol de zona Sur de Tucumán. Quién mejor que ellos que conocen la realidad de su zona para poder postularla”, cuenta Gabriela Ardiles, supervisora de Natura. “Realmente la escuela fue una excelente elección. Presentaron los libros con una puesta en escena y estuvieron en cada detalle del acto protocolar y las actividades. Esa esencia y la calidad de la gente, tan amable y agradecida, es lo que nos hizo elegirla. Sabíamos que, además de la necesidad, iban a recibir estos libros con mucho amor”, agrega Gabriela.
Llegar a todos los rincones del país es un pilar fundamental del compromiso que desde Instituto Natura tenemos con la educación. Porque sabemos que cada libro que llega a las manos de un niño o una niña, es una huella que quedará marcada en su trayectoria de vida. Así también lo percibe Susana Noemí Borras, Supervisora de educación de La Concha: “Hoy, que estos chicos de una localidad rural tengan la posibilidad de tener 300 libros, puede provocar un impacto impensado en su educación”. Así también lo vive Iker Barrio, un alumno de 12 años de la escuela, que siente “una alegría fatal, porque acá había pocos libros y era la única biblioteca que teníamos”.
Un sueño que se hizo realidad gracias al trabajo y al compromiso de las Consultoras y Consultores de la región noroeste de Argentina que, conscientes del impacto que pueden generar con la venta de productos Creer Para Ver, hacen de su tarea diaria un motor de cambio. Por eso, esta entrega de bibliotecas fue también un reconocimiento para ellas, un agradecimiento por todo el esfuerzo, y una oportunidad para que pudieran vivenciar de primera mano el impacto que tiene su labor cotidiana en las comunidades de la región.
“Ver a los niños disfrutar de los libros fue algo único, una alegría total. Porque nosotros les veníamos anticipando, ‘van a venir, nos van a traer libros’, pero hasta que no los vieron físicamente, ellos no lo creían. Así que fue algo espectacular para ellos, les encantó”, relata Miriam Santillán, Directora de la escuela. Creer Para Ver es mucho más que un nombre o un producto: es la esencia que nos impulsa a seguir trabajando para construir un futuro en donde todos los niños, niñas y adolescentes puedan acceder plenamente a sus derechos. Y experiencias tan memorables como esta nos confirman que estamos en el camino correcto.