Cuando Romina Mammone comenzó como Consultora de Belleza, no imaginaba que una decisión tan simple como buscar un ingreso extra terminaría transformándose en una carrera con impacto. Su historia nace de una necesidad común: generar un ingreso adicional sin dejar su trabajo como docente. Compraba productos Natura, los conocía y los disfrutaba. El paso siguiente fue animarse a venderlos.

Empezar como Consultora fue abrir una etapa nueva, pero también entrar en una red donde encontró contención desde el primer momento: “Fue un camino en el que me encontré con personas dispuestas a ayudarme”, cuenta. Ana, la Consultora que la invitó a sumarse, la guió en esos primeros pasos llenos de dudas: cómo pasar pedidos, qué es un showroom, cómo llegar al pedido mínimo. Además, recuerda cómo Sole, su supervisora, tuvo un rol clave en su formación: “nos capacitaba e inspiraba. Me hizo sentir cada vez más segura”, cuenta.

De los primeros pasos a liderar una red

Romina no tardó en comprometerse más allá de la venta. Descubrió una red donde el desarrollo personal y económico van de la mano. Lo que empezó como una actividad complementaria se convirtió en un verdadero motor. A los pocos meses, ya soñaba con ser destacada en la red, como Ana. Lo logró. Y lo que siguió fue una evolución natural: de Consultora a Supervisora, y de allí, en 2023, a Gerenta de Ventas.

Ese recorrido marcó su forma de liderar. “Haber sido Consultora de Belleza me permite entender las distintas necesidades que tiene una persona que se acerca a esta red buscando algo, que no siempre es lo mismo”, explica Romina. “Puede ser como lo hice yo, buscando un extra; otros lo hacen como su único ingreso, otros como pasatiempo… conocer ese qué los mueve permite llegar a cada uno y desarrollarlos desde esa inquietud.” Haberlo vivido en carne propia le dio una sensibilidad particular: la de ver en cada Consultora a una persona con potencial, con posibilidades reales de superarse.

Más que un negocio: un espacio para aprender

Hoy, además de liderar equipos, Romina es referente en temas de educación dentro de Natura, especialmente en educación financiera. “Es una gran deuda de la educación formal. Y en una red que busca que las personas alcancen prosperidad, brindar herramientas es fundamental”, sostiene con convicción docente. Esa misma vocación la conecta con la línea Creer Para Ver, una de las iniciativas solidarias que más la inspiran desde sus primeros días.

El compromiso de Natura con la educación es tangible. En lo que va del año, más de 26.900 consultoras participaron de propuestas formativas. Muchas de ellas se animaron a dar sus primeros pasos en el mundo digital —más de 19.600 accedieron a instancias de alfabetización digital—, y más de 10.000 se formaron en educación financiera, un tema cada vez más clave para el crecimiento dentro y fuera del negocio. Romina es testigo del valor de estos espacios: “No dejen nunca de capacitarse. Aprender te mantiene en movimiento, te hace crecer y te hace sentir bien”.

Su sueño es claro: que más personas encuentren en esta red un camino de desarrollo , que se multipliquen los espacios donde el conocimiento sea una herramienta para la vida. “Sueño con que haya más Anas y más Soles en la vida de cada Consultora. Que cada uno de nosotros sea inspiración para otros”.