“Las generaciones pasan”: Beatriz Diuk y un llamado urgente a pensar la alfabetización


“Estamos hablando mucho de alfabetización en la Argentina. Y eso ocurre porque estamos muy preocupados”. Así comenzó la intervención de Beatriz Diuk —especialista en alfabetización inicial y creadora del programa Dale!— en la 49° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en el marco de la charla La alfabetización inicial en el centro de la escena: enfoques y perspectivas, que compartió junto a la especialista Mirta Castedo. A lo largo del encuentro, se plantearon distintas miradas sobre un mismo desafío urgente: cómo garantizar que todas las niñas y niños aprendan a leer y escribir desde los primeros años de escolaridad.

La preocupación no es nueva, pero sí creciente. “La evaluación que UNESCO hizo en el 2019, antes de la pandemia, nos mostró que los niños argentinos de tercer grado tenían un nivel de comprensión lectora inferior al promedio latinoamericano. Incluso más bajo que el de países con situaciones socioeconómicas mucho más complejas que las nuestras”, explicó. Pero advirtió que esas evaluaciones no deben interpretarse como una medición del rendimiento individual: “No evalúan a los niños, ni a los docentes, ni a las escuelas. Evalúan a los países y a sus políticas públicas”.

El panorama se vuelve aún más crítico cuando se observan los datos en detalle. “En 2019, el 65% de los niños y niñas del quintil más bajo no comprendía nada de lo que leía. Muchos, directamente, no sabían leer”. Y eso, según Diuk, obliga a una doble tarea: pensar mejor y actuar más rápido. “Necesitamos fortalecer nuestro trabajo en poco tiempo, porque las generaciones pasan. Todos tienen derecho a aprender a leer y escribir, y no estamos lográndolo al nivel al que la Argentina puede y quiere”.

En ese marco, compartió la propuesta que se viene desarrollando desde el programa COPLA, una iniciativa impulsada por la alianza entre Instituto Natura, Dale! y la Fundación Pérez Companc, destinada a colaborar con gobiernos provinciales en el diseño e implementación de políticas de alfabetización. La propuesta parte de un núcleo de prácticas esenciales, sistemáticas y explícitas —como la enseñanza del sistema de escritura, la comprensión lectora, la fluidez y la producción de textos—, combinadas con espacios de creación y decisión por parte de los y las docentes. “La sistematicidad no es rigidez. Es planificación, organización y respeto por la progresión para garantizar los aprendizajes”, explicó Beatriz. 

La literatura, destacó, es parte indispensable del proceso: “No puede haber alfabetización sin literatura. En la escuela tiene que haber buena literatura. No siempre es fácil, pero tiene que haberla”. Sin embargo, aclaró que toda propuesta debe partir de una comprensión profunda del contexto, con la escuela “realmente existente”: “Muchas maestras tienen un pizarrón y una tiza y no mucho más. Las prácticas que proponemos deben dialogar con esas realidades, no desconocerlas”.

En el tramo final de su exposición, Diuk volvió sobre una convicción central que atraviesa su trabajo: el reconocimiento del rol docente como actor clave del cambio. “No nos hicimos maestras para que nos digan lo que tenemos que hacer. Nos hicimos maestras porque queríamos tocar la vida de los chicos y las chicas.” Por eso, remarcó que cada vez que se presenta la propuesta en una nueva provincia, se hace desde la invitación y no desde la imposición: “Ni imponer ni prohibir. Invitamos a probar. Estamos tan convencidas de lo que proponemos, que dejamos que el aprendizaje hable por sí mismo.”

Alfabetización, Beatriz Diuk

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